"La genialidad sin la base de un producto no tiene sentido. Pero la creatividad, si no hay un proyecto, tampoco tiene razón de ser".
Alain Ducasse
Alain Ducasse
Cristian Solana Rodríguez nació en Cantabria, y desde niño pasaba los días en la cocina del restaurante familiar.
Al cumplir 16 años decidió estudiar cocina en la Escuela de Hostelería de Santander, mientras trabajaba los fines de semana y veranos con su familia.
A los 18 años, sin perder el entusiasmo por la cocina, comenzó a trabajar en el restaurante El Serbal, momento donde ya dio el paso a la alta cocina (cocina marinera).
Un año más tarde, se traslada al Restaurante Solana, donde crea unas bases sólidas y se forma como cocinero (cocina tradicional).
Esas ganas de aprender y seguir creciendo le llevaron hasta el restaurante Martín Berasategui, donde realizó 6 meses de prácticas, conociendo en detalle los productos y puliendo técnicas.
La incesante búsqueda de la excelencia, le llevó hasta La Rioja, donde marcaron sus primeros pasos en estas tierras de vino y cultivos en el restaurante Kabanova (cocina creativa).
Más tarde comenzó en el Palacio de Samaniego, donde buscó refinarse con una cocina francesa, delicada y sutil.
Tras este viaje por el norte de España, pasando de la costa y el producto de mar a adentrarse en el fabuloso mundo de la verdura, llega a Bodega/Hotel FyA donde elabora una gastronomía basada en PRODUCTO, CERCANÍA y TEMPORADA, teniendo muy presente lo aprendido en el pasado y buscando un estilo de cocina de autor con mucho sabor.
En Estudio 8, gozamos del privilegio de ser su proveedor audiovisual, y esperamos registrar con nuestras cámaras su vertiginoso progreso.
La creatividad fluye en él constantemente. Incluso en las sesiones le observamos en su pose de "casi lo tengo", y ya conociéndonos y fraguando amistad, sabemos cuando está creando, el momento exacto, hasta tal punto que tenemos una cámara y objetivo listos para inmortalizarle en ese instante que es oro puro.
Junto a él, hemos aprendido mucho sobre la alta cocina. A comprender el color, la composición y el sabor de un plato. Apasionante.
Y cuando finalmente surge la amistad (cosa inevitable con una persona como Cristian), todo fluye mejor. Nos entendemos a la perfección y programamos las sesiones entendiendo que necesita uno de otro.
No es un cliente más, es un proyecto; el Proyecto Cristian Solana, de largo recorrido, de modificaciones, adaptación a cada temporada y cada plato. Por lo que como fotógrafos también evolucionamos juntos en la espectacular fotografía de la alta cocina.
Por nuestra parte sólo queda desearle lo mejor, y permanecer el mayor tiempo posible colaborando con él.
Agradecemos a la Bodega/Hotel FyA las facilidades que siempre nos ha puesto para acceder a su cocina, y de paso, a su maravillosa bodega, la cual también hemos visitado incluso fotografiado algún evento.
Siempre deseando volver.