Esta fotografía es un instante, un momento presente al que no le prestamos atención y muchas veces ni valoramos. 

Sin embargo, como el buen vino, con el tiempo tendrá cada vez más valor. Emocionalmente nos transportará a ese momento y a su entorno. 

En la fotografía podemos ver al chef Cristian Solana concentrado en modificar o crear un menú o un plato. Puede que con el tiempo su postura cambie, pero su pasado permanecerá inamovible para siempre. Tal es el poder de una imagen que su narrativa puede llegar a modificar conductas. Semejante herramienta debe ser utilizada de forma profesional para que capture el pedazo de presente y conservarlo con la intención de que fermente y cumpla su función eternamente.

Un evento de Enoturismo, concepto muy ligado a esta página web, puede tener momentos maravillosos disfrutados por los presentes, quienes se llevarán un buen recuerdo, que se irá desvaneciendo. Ese mismo evento con fotografías y vídeo será transportado en el tiempo, compartido con otros, revivido sin que nuestra memoria nos la enturbie. 

En la fotografía de Cristian, yo sé lo que estaba haciendo, donde estaba yo, el ambiente de trabajo. Sin la imagen ni me acordaría. Tal es su poder.

De modo que todo lo que registra una cámara fotográfica, merece un respeto enorme. Nos ayudará a vender nuestros productos, nuestros servicios y conocer directamente nuestra evolución.

Los fotógrafos y videógrafos profesionales tenemos eso muy en cuenta y tratamos con mucho esfuerzo en no dejar nada al azar. Utilizando herramientas como la iluminación y la técnica, fijamos el presente para que no sea un pasado en valde.

Todo podrá ser recordado con la fiabilidad de la imagen y no de la desvirtualización que nos hace nuestros recuerdos.

Si haces eventos, por pequeños que sean, nunca serán lo suficientemente pequeños como para que caigan en el olvido en dos semanas. Regístralo con fotografías y vídeos, si puedes, a través de un profesional que te garantizará  una continuidad narrativa en todo momento.

Además, ya no solo podrás conocer tú solo lo que viviste; podrás enseñárselo a otros para que puedan entender tu vivencia y se animen a vivirla por ellos mismos.

De modo que nunca infravalores una fotografía. En ella has depositado un pedazo de tu presente y se mantendrá ahí lista para que la vuelvas a revivir.